Y no hay final feliz, pero sí pudo haberlo, si no fuera por
esta vida que llevo podría verlo con mis propios ojos. Y sí,
se que fue por mi culpa; dejé de poner de mi parte y me
callé como una puta. Yo también cometo errores y estoy
harto de pecar; por mucho que me mueva siento estar en el
mismo lugar. ¿Rectificar o no? He aquí la cuestión, lo siento
no sirvió de nada:
el orgullo pudo al corazón.