Vos no sos aquel que yo imaginaba, vos no sos aquel que el mundo me ofreció, en el que yo ciegamente confiaba, el hombre de mis sueños, ese no sos vos. Si alguna vez, mirándome a los ojos vos me robaste un trozo de ilusión, te juro hoy me hiciste daño.
Y si has fallado en algo, no me pidas perdón.